El reconocido científico analiza la sangre del joven para determinar si hubo traslado del cuerpo.
Las tres muestras de sangre de Luis Andrés Colmenares que la defensa de Laura Moreno dio como perdidas este jueves están en manos del reputado genetista Emilio Yunis Turbay.
Así lo estableció EL TIEMPO en diálogo con el científico, quien anunció queacaba de culminar un informe en el que compara el contenido de los tres tubos que reposaban en Medicina Legal con flujos corporales hallados en el caño El Virrey, donde apareció el cuerpo de Colmenares en octubre del 2010.
La hipótesis de la Fiscalía es que si coinciden las muestras, sería la prueba reina de que el cuerpo de Colmenares fue puesto en el lugar, tal como lo señala otro testigo.
Y aunque Yunis no quiso adelantar las conclusiones de su análisis, indicó que "ahora lo más importante es encontrar la volqueta o el baúl en el que presuntamente habría sido transportado el cuerpo de Colmenares" después de su fallecimiento, como lo señalan otros testimonios recogidos por la Fiscalía General.
Aunque han pasado 20 meses, la posibilidad de que la prueba subsista es alta, debido a que el ADN es inmortal.
Yunis también habló con EL TIEMPO de la validez plena de la prueba que está realizando, puesta en entredicho por el penalista Jaime Granados, abogado de Laura Moreno, la última en ver con vida a Colmenares.
El 'arsenal' de Granados
El penalista denunció que la sangre fue sacada irregularmente por el fiscal del caso, Antonio Luis González.
"Cuando Granados dice que son muestras indebidas, no tiene razón, porque tienen cadena de custodia", explicó el genetista.
Pero el abogado Granados no solo intenta demostrar la supuesta manipulación de evidencia clave. También trabaja en desmontar la teoría del homicidio y reforzar la de un accidente, mediante un análisis científico, que lideran los especialistas Ricardo Mora Izquierdo y César Carrillo, de las lesiones encontradas en el cuerpo del estudiante.
La conclusión es que las heridas producto de la supuesta golpiza son propias de una caída. Por ejemplo, explica que las cortadas en los párpados superiores se habrían producido con el contacto con los bordes de los adoquines del caño y no por un botellazo, como lo dijo el testigo José Willmer Ayola.
La misma explicación valdría para las excoriaciones y los hematomas en el labio inferior y en el mentón.
La ausencia de heridas en tórax, abdomen, piernas y muslos son, para Granados, la mejor prueba de que el universitario no fue golpeado.
Y condensa el sonado caso judicial en tres párrafos:
"Adulto joven de 20 años que, en un tercer grado de embriaguez, corre de manera desordenada e incoordinada y cae al fondo del canal del Virrey. Sufre un fuerte golpe en la cara que le produce un trauma craneoencefálico severo con pérdida de la conciencia. Muere ahogado al respirar el agua del caño que lo arrastra hasta donde fue hallado".
Fiscalía ya tiene cinco testigos listos
En silencio, Martha Lucía Zamora, fiscal delegada ante la Corte que coordina los procesos por la muerte de Colmenares, ya tiene cinco testigos listos que apoyan la tesis del crimen. Este diario estableció que además del vigilante Willmer Ayola, hay desde transeúntes hasta vendedores ambulantes que ofrecieron declaraciones sobre lo sucedido. Uno de ellos dice que vio cuando abandonaron el cadáver. Y otro, que tomó fotos de la camioneta en la que iba Colmenares y las vendió.
Fuente: eltiempo.com
Fuente: eltiempo.com